Grité esperando una respuesta pero no la obtuve, parecía
como si todos los que estaban conmigo quisiesen jugar a no hacerme caso. O
puede incluso que no me viesen. Prefería lo primero, pues lo segundo
significaría, que me habían aislado tanto que al final me hice invisible a los
ojos del mundo.
0 comentarios:
Publicar un comentario