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domingo, 4 de noviembre de 2012

Cordero Rojo






El sol lanza sus últimos rayos, mientras corre. Las pisadas chapotean en los charcos que ha dejado un día extraño. El corazón late con mucha velocidad y fuerza. Bum, bum. Bum, bum. Las sienes van a explotar pero tiene que huir. La garganta arde y la boca sabe a óxido. Bum, bum. Bum, bum. Se detiene en seco y mira sus manos un segundo antes de volver a correr.
El rojo de la sangre se mezcla con la claridad de su piel.
¿Por qué lo ha hecho?
No lo sabe.
Tiene miedo… Está solo.

Crónicas




Sólo quiero olvidar.
...
Mentira.

Gorgotea

Gorgotea. Uno, dos, tres, cuatro. El infernal ruido de cada pequeña gota cayendo monótonamente no era sino para recordar lo que había ocurrido. Uno, dos, tres, cuatro… En el suelo comenzaba a formarse un charco de líquido carmesí, la sangre caía aún caliente. ¿Cómo había empezado todo? Como un juego. La respiración de ambos se había unido en una sola mientras sus cuerpos desnudos y sudorosos seguían el ritmo de una melodía inexistente. Él había gritado, ella también. Y cuando la situación había llegado a su clímax ambos cayeron como si un rayo les hubiera fulminado a la vez. ¿Qué vio ella cuando se despertó? Al dueño de su alma degollando al dueño de su cuerpo. Ambos la querían y nunca escuchó a ninguno cuando le recordaban la existencia del otro. Sólo el suicidio había acabado con la vida de dos hombres que amaban a la misma mujer dentro del mismo cuerpo. Volvió a gritar.
miércoles, 26 de septiembre de 2012

Cualquier día


Pies fríos y desnudos. La boca seca con regusto a whisky barato. Se la limpia con el dorso de la mano y desentumece los músculos estirándolos antes de levantarse. La cara está áspera, ha habido lágrimas nocturnas por lo que si la lamiera también sabría salada. Apenas puede ver, tal vez si se echa agua mejore, sin embargo no tiene muchas ganas. Hoy es un día como cualquier otro para pegarse un tiro.
lunes, 10 de septiembre de 2012

Vidas


Los días pasan irremediablemente y él sostiene sin quejarse la pesada carga sobre sus hombros que significa vivir. Vive tres vidas distintas:

La divertida: que es donde se puede volver a repetir, el mundo de los videojuegos, de los person lajes arquetípicos y las situaciones emocionalmente estables.

La imprevisible: la del mundo del rol donde sufre, llora y libra tomando sus propias elecciones batallas y momentos de inmensa felicidad.

Y la peor de todas: La real, simplemente por el hecho de serlo. Y sin embargo siempre resulta convertirse en la más gratificante.

Agujero


-¡Oh cariño! -Dijo ella cayendo encima suya y abrazándole con todas sus fuerzas. -Tenía mucho miedo, mucho mucho mucho miedo. -Gimoteó.

Él la estrechó entre sus brazos, algo típico y sin embargo no menos tranquilizador. Excepto para ella.

Él no hacía eso ¿verdad? Él no abrazaba, él no era tan...

-¿Cariño?

Una mueca de terror congeló la cara de la joven quien chilló silenciosamente mientras subía los ojos para ver a su amante en el crepúsculo de aquel día.


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Yuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu

Sólo un día más



Intenté no seguir pensando en elloy sin embargo lo seguía haciendo. Era como si el mundo se hubiese posicionado en mi contra. Como si el cielo y el infierno esperasen ansiosos a ver qué opción escogía. ¿Qué eleeción debía de tomar si ambas eran igual de malignas? ¿Qúé debía hacer cuando ni yo misma sabía cómo había conseguido llegar a aquella situación?
Me sequé las lágrimas, que sólo era capaz de notar yo por culpa de la lluvia, e hinché de aire los pulmones. Sabía que tenía que enfrentarme. Pero quizá... ¡Oh Dios! Mientras caminaba mi pensamiento era único.

Sólo un día más.