viernes, 15 de junio de 2012
Tranquilidad oscura
Con cierto aire ausente, Carla sostuvo la mirada en el aire. Hacia tiempo que el sol se había apagado para siempre de manera casi ilógica y de pronto, olvidando a todas las criaturas que vivían en la ciudad. Quedando la misma sumida en unas tinieblas continuas para siempre. La oscuridad tan sólo se mantenía en la capital, era algo tan extraño como llamativo. Pero los humanos como Carla continuamos viviendo allí. Quizás porque esa lóbrega ciudad era la misma donde habitamos durante años, y el apego en ocasiones es demasiado fuerte.
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