sábado, 9 de junio de 2012
Princesas valientes
17:00 | 
Publicado por
Sheila
Bailó hasta que la noche se hizo con el día. Entonces un soldado malherido llegó a palacio.
La princesa dejó su danza y corrió tras su caballero que tosía mortalmente mientras le herida le sangraba.
-¿Qué os ha ocurrido?-Preguntó acercándole a ella, cualquier otra princesa no lo hubiera hecho, cualquier otra no hubiera tocado nunca a un siervo de palacio, pero ella era así.
-Nos han traicionado querida.- Dijo él entrecortadamente mientras el azul de sus ojos se apagaba en un susurro que nunca llegó a existir. –Otra dama que dice ser la auténtica señora de estas tierras se ha hecho con un ejército y vienen de camino, para matarla a usted y a cualquiera que le defienda.
-¿Ejército? ¿De dónde ha salido ese ejército del que hablas? ¿Quiénes son? ¿De dónde vienen?
-Son sus hombres querida- tosió- algunos de sus hombres se han armado a su lado y claman porque reine el verdadero sucesor del trono. –Dijo tras exhalar por última vez y caer sobre la chica quien no sabía cómo debía actuar.
¿El verdadero sucesor?, se preguntó a sí misma mientras sostenía aún el cuerpo caliente del que una vez hubo de ser su caballero. ¿Por qué le ocurría esto a ella? Lo único que dominaba a sus diecisiete años era el baile, nunca se entrometió en los asuntos de padre y madre. ¿Por qué tenía que ocurrir todo esto cuando estaban celebrando la muerte de sus padres? El camino al más allá, la otra y mejor vida. ¿Por qué en aquel momento?
La princesa se levantó y manchada aún con la sangre del caballero alzó la voz.
-Preparaos mis hombres, pues no dejaré que la honra de mis padres sea manchada, ya que como hija suya soy la sucesora de este trono y por ende, de este que es vuestro reino.
A los gritos de "¡Reina!", toda la corte se preparó, la guerra se acercaba y con ella la verdad. Lo que aún no sabía la princesa es que su verdad no era la auténtica…
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