Made in China

Tomo un sorbo de café y cojo un bolígrafo, debo de ser la única estúpida del planeta que se empeñe en escribir sin tener ni idea.

El reloj da la medianoche, parece ser que me espera otra noche sin inspiración y de ideas muertas.

Escribo un par de líneas, tal vez un párrafo, la idea es nítida en mi cabeza, se trata de la historia de un muchacho cuya novia muere asesinada en unas circunstancias que hacen pensar que él es el responsable y los medios no dejan de llamarle asesino, lo que le hará iniciar una búsqueda casi sin querer de los motivos del asesinato de la pobre Alicia, quien quizás... No era tan pobre.

La idea termina resultando un rotundo fracaso cuando apenas he escrito una página y mis ojos se cierran, tal vez porque hasta a mí me resulta aburrida.

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Hay tantos juegos aquí de tantos tipos...