lunes, 10 de septiembre de 2012

Agujero


-¡Oh cariño! -Dijo ella cayendo encima suya y abrazándole con todas sus fuerzas. -Tenía mucho miedo, mucho mucho mucho miedo. -Gimoteó.

Él la estrechó entre sus brazos, algo típico y sin embargo no menos tranquilizador. Excepto para ella.

Él no hacía eso ¿verdad? Él no abrazaba, él no era tan...

-¿Cariño?

Una mueca de terror congeló la cara de la joven quien chilló silenciosamente mientras subía los ojos para ver a su amante en el crepúsculo de aquel día.


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Yuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu

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