El olor de una fresca fragancia llenaba toda la habitación, colonia, seguro. Salió de ella. En la cocina miles de olores nuevos se entremezclaban el aceite del filete que se había hecho en la sarten se diferenciaba del vinagre de la ensalada. En el baño... Era mejor no hablar del baño. Pero sin duda alguna el mejor olor era él. Una pizquita de colonia, una gota de los restos de su cena encima y... Y bueno, un pelín del olor que salía del baño. Además del inconfundible olor infantil que le rodea. Lo mejor de la casa es mi bebé.
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