sábado, 9 de junio de 2012
No lo hagas
-¡No me mates! –Chilló ella sacándome de mi ensimismamiento.
-¡¡¡Hazlo!!!- Gritó una voz a lo lejos, no sabía quién era.
Desconcertada miré de nuevo a la víctima de ojos llorosos que tenía enfrente.
En mi mano una pistola.
-¡¡¡No me mates!!! –Gritó con más fuerza.
La voz desconocida empezó a vomitar insultos.
-¡Por favor no me hagas lo que le hiciste a él!
Solté el arma, la habitación estaba llena de sangre. ¿Cómo llegué ahí?
¿Qué demonios había hecho? Impotente lloré.
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