domingo, 10 de junio de 2012
Incendio
El campo arde bajo tus pies y no paras de ver a gente corriendo de un lado para otro intentando apagar un fuego que no sólo amenaza con arrasar las cosechas y así terminar con el único sustento del pueblo, sino que también puede que alcance a las casas y con ellas toda esperanza de una vida tranquila en el pueblo donde más de cien personas han vivido durante años, algunas deseando que fuesen enterradas allí mismo.
-¡Fuego, fuego!
La gente grita y echa agua mientras tú toses de forma seca tapándote con una manta e intentando no tragar el humo.
La gente pasa a tu lado con más cubos y otros recipientes y no se fija en ti, eres más un estorbo en su camino que una víctima.
Pero a ti te da igual.
Y por eso sonríes, porque no saben que tú has provocado todo eso.
0 comentarios:
Publicar un comentario