martes, 4 de septiembre de 2012

Brisa medieval






Hubo una vez un mercader que trabajaba de sol a sol. Lo único que le alegraba los días era su hija, una hermosa doncella que ya había florecido y que a pesar de no ser la joven más bella de todo el reino, destacaba no sólo por su frescura y su sonrisa, si no también por su inocencia real, a diferencia de otras mujeres que simplemente la fingían para parecer más bellas.

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