domingo, 10 de junio de 2012
De vuelta a casa
Nunca se había considerado una persona pesimista, pero
viendo lo mal que habían ido las cosas aquel fatídico mes, tal vez debería de
empezarse a plantear la vida de nuevo.
Varias pantallas luminosas cambiaban de anuncio cada dos
minutos, lo que conseguía producir una sensación extrema de claridad en una
noche negra como el carbón.
Consiguió a duras penas llegar a la puerta del que hacía dos
semanas era su nuevo hogar, con cocina y una habitación, cuyo baño estaba fuera
del apartamento y había que compartir con el resto de vecinos del edificio.
Introdujo la vieja tarjeta plus, que le permitía abrir la
puerta y dejó que el scanner de iris hiciera el resto. Se sentía ridículo
haciendo eso, en su antigua casa con una prueba de saliva la puerta se abría
automáticamente, los scanner de iris siempre habían fallado, y no eran muy
fiables, además ya casi nadie los utilizaba, todo el mundo lo sabía.
Entró y cerró tras de sí la puerta, el código era 1412, la
estúpida máquina no paraba de sugerirle que un código de seis números
protegería mejor su casa. Bien a él no le apetecía, y que la máquina le hiciese
esa sugerencia en alto día tras día tampoco.
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